[Total:0    Promedio:0/5]

Cuando pensamos en la Segunda Guerra Mundial pensamos en armas como el M1 Garand, el Mosin-Nagant, el Mauser... pero dificilmente pensamos en armas como las carabinas. ¿Por qué? Su calibre y alcance son menores que los de un rifle y son menos efectivas que un fusil a distancia corta. "¿Por qué ibamos a pensar en una carabina? La solución es fácil: ventaja táctica.

En la Segunda Guerra Mundial las carabinas eran armas que solían portar los oficiales y, en menor medida, los suboficiales. Mientras que en la Primera Guerra Mundial, el revólver era prácticamente el arma oficial de los mandos, esto probó ser insuficiente en la segunda. Una guerra de trincheras era el campo de batalla perfecto para un revólver, puesto que su alcance y poder de parada era demoledores en un enfrentamiento directo. Sin embargo, en una guerra a campo abierto, hacía falta un arma larga. La carabina demostró que tenía las prestaciones necesarias para los oficiales, no solo porque le daba suficiente capacidad de fuego, sino porque les daba movilidad, algo fundamental para mandar en condiciones un/a pelotón/compañía. Un buen ejemplo sería la carabina M1 de los oficiales estadounidenses.

En Blackrecon hemos pensado que vendría bien hacerle un homenaje a esta familia de armas, por lo que te hemos preparado un descuento de los que ganan gestas:

Una excelente carabina de aire comprimido Webley VMX con silenciador a un precio de risa (en serio, busca precios y verás de lo que hablamos) y en tiempo limitado (¡hasta agotar existencias!).

Ahora os dejamos con un clip de Banderas de Nuestros Padres de Clint Eastwood. ¡A ver cuantas carabinas contáis!