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Que necesitas tener en cuenta antes de comprar un visor. Un desembolso en un mal visor significa comprarlo dos veces. A continuación le explicaremos los factores mas importantes a la hora de elegir un visor que se adapte a sus necesidades.

Normalmente al blog de BlackRecon acuden cazadores que hacen siempre una pregunta frecuentemente: "¿Qué visor me compro?"

Cuando llega este momento, la persona que esta buscando información para comprar un visor ya se ha dado cuenta de la difícil tarea que es elegir y adquirir un visor es más complejo que elegir un rifle y un calibre.

Hay dos respuestas frecuentes: "Cuanto más caro mejor" y "depende del uso que le des". Las dos son respuestas no del todo ciertas, la primera no es cierta del todo, ya que no siempre garantiza que cumplan las necesidades del demandante y la segunda es necesaria.

Hay infinidad de parámetros que definen un visor,es un enorme error elegirlo solamente por el precio del producto y el rango de aumentos. Detrás, delante y dentro hay cosas mas importantes en un visor: distancia libre al ojo, tamaño del tubo, transmisión de luz, salida pupilar, campo de visión... !Y más! También hay que tener en cuenta las falsas creencias que se han ido formando a través de los años.

Para intentar resolver todas estas dudas hemos escrito este artículo para ayudar a entender todas las características y elegir el visor adecuado.

EL OBJETIVO

Para empezar diré que, para conseguir una gran luminosidad, es más importante una óptica buena que una óptica grande. Es algo obvio que no mucha gente tiene en cuenta.

Lo que importa a la hora de tener mayor luminosidad es la calidad de las lentes.

A parte, si se necesita un factor crepuscular muy alto trabajamos con poca luz ambiental y muchos aumentos los objetivos luminosos y grandes de 50 o 56 mm son realmente importantes. Los objetivos de 40 o 42 mm son mejores para rececho diurno, ya que a mayor diámetro, mayor es el peso, y el precio y también es mas sencillo que quede expuestos a golpes

Los visores de 40 y 50 mm son aptos para recechos diurnos, pero si van a ser nocturno es imprescindible que sean de 50 o 56 mm para mayor factor crepuscular.

Los aumentos son los que reciben la luz y por eso los fabricantes utilizan grandes objetivos, con alto factor crepuscular, con mayor poder de ampliación, mientras que los visores que no tienen tanto poder de ampliación tienen objetivos más pequeños y en algunos casos hasta carecen de campana sin que esto se un gran inconveniente en un entorno con condiciones de luz normales.

Y además de todo lo anterior, también obliga a montar el visor mas alto para dejar sitio a la campana. Es un inconveniente que normalmente redunda en un peor encare y que se soluciona con una culata más alta o bien con una carrillera suplementaria o elevable. Hay fabricantes que evitan esto, incluso han lanzado series especiales con el objetivo y su campana recortados semicircularmente en la parte inferior y que en un montaje convencionalmente bajo abrazan el cañón sin llegar a tocarlo

No hay que olvidar el seguro de aleta, también hay que alzar el ocular para que este no impida su libre funcionamiento.

LA CALIDAD ÓPTICA

Para fabricar buena lentes hace falta complejos tratamientos de materiales muy específicos. La pureza del compuesto base para que no presente inclusiones, la ausencia de microburbujas, un adecuado pulido, la homogeneidad en las superficies y otras muchas cosas que precisan de una aparotología de alto coste que produce lentes muy caras, aunque quizá no tanto como podría dedirse por el precio de algunas marcas.

Hay una clase de lente que pueden producir una dispersión de luz muy baja, eso quiere decir que conservan la imagen íntegra al reducir el efecto prisma del vidrio, que descompone la luz en los siete colores del espectro visible para el ojo humano.
Gracias a estas lentes encontramos imágenes nítidas y bien contrastadas, sin aberraciones cromáticas como efectos arcoiris o halos de color formando siluetas.
Normalmente esta óptica se asocia a sustancias como la fluorita y algunos aparatos ópticos con ellos construidos suelen llevar siglas como LD (Low Dispersion), APO (Apocromático) o ED (Extralow Dispersion).

También se identifican las lentes de baja dispersión en los objetivos fotográficos .

A parte, los visores de gran calidad cuentan con un alto "poder superador" que se puede comprobar fácilmente al observar a su través una trama de línea denominada "mira de definición" que contiene una serie de tramas de diferentes grosores. También tienden a reducir otras aberraciones típicas de las lentes derivadas de su forma y que hacen que la imagen aparece borrosa y oscura en los márgenes del campo visual o deformadas con un característico "efecto barril". El diseño del sistema óptico y sus distintos grupos de lente tiene también gran importancia en este aspecto.

Para probar la calidad de un visor a ojo, lo mejor es someterlo a algunas pruebas que a veces se pueden realizar en el mismo establecimiento donde dispongan de él, sin ser tan exhaustivas como para aportar datos técnicos definitivos.
Lo mas complicado es buscar las zonas oscuras, las de contraluz o aquellas en las que la luz indica perpendicularmente e incluso directamente sobre el objetivo. Se trata de ponerlo complicado para ver qué tal responde el visor en esa situaciones ya que con buena luz y visualizando objetos bien contrarrestados, incluso muchos de los visores económicos modernos ofrecen una imagen más que decente.

IMPORTANCIA LAS DE LAS LENTES MULTICAPA

El tratamiento multicapa lo que facilita una mayor transmisión de la luz. Este aspecto es fundamentalmente un objetivo grande que capte mucha luz no servirá de nada si no está tratado y cubierto de una serie de capas que evitan que mucha cantidad de luz sea reflejada como haría cualquier vidrio vulgar.

Una cosa a tener en cuenta que del total de luz que incide en el objetivo hay que ir restando una pequeña cantidad que es reflejada cada vez que la luz atraviesa la superficie de las lentes. Cada lente tiene dos caras en las que se producen estas pérdidas por reflexión y cuanta más lentes contenga un visor y peor tratadas estén, más luz perderá.
Y además esas reflexiones internas añaden una luz difusa entre las lentes que empeora muchisimo la nitidez y que se suele llamar "luz residual".
Así, al ojo llega la luz indicada menos la reflejada. Esto viene definido por la transmisión de luz y se calcula que puede llegar al ojo algo más de un 95{5f6e18c32a6f977fe14a6e81b5e2c6aaca11a7ec069597b161d7f0696745686c} de la luz si las lentes tienen un buen tratamiento multicapa. Este porcentaje puede bajar hasta el 80{5f6e18c32a6f977fe14a6e81b5e2c6aaca11a7ec069597b161d7f0696745686c} o menos si las lentes tienen una capa solamente.

EL TUBO

Otro bulo es que la luz se transmite mejor por un tubo de 30 mm que por uno de 26 mm.
Las lentes internas, si son de buena calidad, transmiten la luz que le han enviado las lentes anteriores con independencia de su tamaño, así que la cuestión no es esa, sino en el hecho de que a un tubo mayor diámetro le caben lentes mas grandes que reducen menos el tamaño de la imagen recibida. Ciertamente esto puede mejorar en algo la calidad de la imagen pero no es perceptible tal diferencia y la diferencia de tamaño del tubo no justifica descartar un visor que hemos encontrado adecuado a nuestras necesidades.
Aparte, si a lo que damos importancia es el tamaño de la imagen que se forma en las lentes internas, hay fabricantes que, utilizando bastidores más estrechos, meten en tubos de una pulgada lentes tan grandes como las que albergan muchos de los visores con tubo de 30 mm.

Un tubo que contega grandes lentes es deseable en condiciones muy concretas relacionadas siempre con visores con muchos aumentos. Como por ejemplo en una ampliación de 35 o 40 X muchos de los cuales están equipados con tubos de 35 mm.

EL OCULAR

Después de pasar por el objetivo y el interior, llegamos al ocular, que nos va a transmitir todo el trabajo bueno o malo que hayan hecho las otras lentes y que viene a ser el proyecto de la imagen.
En el ocular encontramos también importantes variables como el diámetro de las pupilas de salida y la distancia libre al ojo. Estos dos factores determinan la comodidad a la hora de apuntar relajante, sin "efecto túnel", sin oscurecimientos y tambien si que se nos canse la vista.

Un poco de efecto túnel facilita la observación y es relajante para el ojo.

De todas formas, el diámetro de las pupilas de salida es tanto más grande cuanto menos aumentos se emplean por un factor de luminosidad y de óptica. Expertos nos dicen que un diámetro pupilar de 7 mm es suficiente puesto que ese es precisamente el diámetro de la pupila del ojo humano en su máxima dilatación.

Algunos rifles de gran calibre o en situaciones en las que hay que encarar rápidamente es exigible que el visor quede al menos a 9 centímetros del ojo para evitar un chichón o una dolorosa brecha en la ceja.
Cuidado con este asunto, porque una vez que un visor nos golpea, automáticamente le cogemos miedo y será difícil que volvamos a disparar con confianza y precisión. En esos casos un protector de goma o neopreno en el ocular aporta un poco de seguridad.

Hay algunos rifles que por su diseño hacen que el visor quede un poco lejos y hay otros que lo dejan demasiado lejos y no queda más remedio que hacer una montura complicada para acercarlo, o si se puede, poner un visor de larga distancia al ojo o mejor llamado un "long eye relief" que nos permite la visión total del ocular sin la necesidad de acercarnos a el. El unico inconveniente es que suelen ser visores de pocos aumentos.

En la imagen de arriba podemos ver el ajuste ocular del visor, este sirve para ajustar las dioptrías para ver nítida la retícula.
En la imagen dela izquierda podemos ver un ajuste ocular con tapa integrada y en el de la derecha un ajuste ocular simple.

En el ocular también se puede encontrar un anillo de enfoque. Igual en un tiro de rececho nos dé tiempo de ajustarlo, pero para una ocasión en la que tengamos que disparar si pensarlo dos veces, tendremos que ajustarlo de manera en que podamos ver tanto la retícula como la imagen enfocadas a un rango de distancia lo más grande posible. Si el anillo de enfoque está en ultima posición de mando, hará un manejo más sencillo.

En la imagen superior podemos observar los dos tipos de torretas para ajustar la luminosidad de la retícula que hay. A la izquierda la torreta está situada en un extremo del visor y a la derecha esta situada al como torreta lateral.

Unos pocos visores antiguos o cuya calidad no es tan buena conservan el sistema de enfoque girando todo el ocular y después fijándolo con una rosca de presión.
Visores con buena luminosidad y con buenas condiciones de luz ambiental favorecen una gran profundidad de campo que evita tener que estar ajustando constantemente el anillo de enfoque.

ROBUSTEZ Y ESTANQUEIDAD

Estas dos virtudes son irrenunciables en u visor que tiene que soportar el retroceso de los disparos, eventuales caídas y golpes, temperaturas extremas, etc.
Y que decir de la retícula, una de las partes mas delicadas e importantes que puede quedar fácilmente afectada por estas condiciones. Su anclaje debe ser firme para que no se desajuste y también tiene que ser mínimamente flexible para evitar que sus filamentos se rompan con las vibraciones del disparo.

A ser posible, que el tubo también sea de una pieza, sin secciones unidas mediante soldaduras o rosca. Y si es posible de aluminio aeronáutico recubierto para adjuntar resistencia y liderazgo. El titanio es un material perfecto para esta misión , pero es más frecuente encontrar este metal en las monturas que en los visores.

Tubo tallado en una pieza sin juntas entre secciones ni roscas.

La impermeabilidad y la estanqueidad se consigue con sellados efectivos y juntas tóricas o cuadrangulares de ajuste perfecto en el ensamblaje que reducirá el empañamiento de la lente y que no penetre la humedad.
Otra característica a la que no se le puede decir que no es que los visores estén rellenos con nitrógeno, y que se aseguren que no hayan partículas dentro del visor en el procesado de fabricación.

Un detalle a tener en cuenta es que el exterior sea anodizado para que no produzca reflejos visibles. Los hay incluso camuflados con colores o dibujos de hojas y ramas.

Cada vez en más frecuente que los fabricantes den un tratamiento a las facetas exteriores del objetivo y del ocular para mitigar el efecto del agua que puede depositarse a ellas. Estos tratamientos son útiles en condiciones de lluvia o niebla pues concentran el agua en pequeñas gotitas o rompen su tensión superficial y la desalojan de la lente...
Aunque el mayor enemigo de la caza con visor siempre sera el agua.

En estos casos hay quien emplea tapas de apertura rápida, muy prácticas en los recechos pero que nos obligan a un movimiento extra con la consecuencia pérdida de tiempo si en una batida se nos presenta una res sin avisar, algo que es mucho mas habitual cuando llueve porque el ruido del agua cuando cae camufla a menudo el ruido de la pieza al cumplir en nuestra postura.
Para esos días hay un truco: deja el rifle apoyado en vertical muy a mano y pon sobre el objetivo un trocito de papel sulfurizado que cae al suelo al coger el rifle. Si no se consigue este papel también se puede usar una hoja de hay o algo impermeable que se tenga a mano.

AMPLIACIÓN Y CAMPO VISUAL

Si bien existen visores de aumentos fijos para usos muy concretos, lo más frecuente es encontrarlos con aumentos variables en rangos muy diferentes según el uso que se les vaya a dar.
Su nomenclatura inicial indica los aumentos con dos cifras seguidas de una "X". Por ejemplo, un 3-9X nos indica que estamos ante un visor que tiene 3 aumentos con el mínimo de zoom y que llega hasta los 9 aumentos al máximo de zoom. Por lo general tras estos números hay una tercera referencia que indica el diámetro de la campana en milímetros.

A la hora de elegir visor para un tipo de caza concreta este en uno de los aspectos más importantes.
Cuanto menor es el aumento, mayor es el ángulo de visión y por tanto mayor es también el campo de visión que abarca. Para disparos cortos y/o sobre piezas en movimiento se necesitarían pocos aumentos que ofrezcan un gran campo visual para poder centrar y seguir a la pieza con facilidad. Por el contrario, para disparos a gran distancia sobre pieza quieta necesitaremos de un gran poder de ampliación para hacerle zoom al objetivo lo máximo posible. Existen también visores de uso mixto que abarcan un rango de ampliación intermedias.

Un ejemplo de rango de ampliación.

Hay dos detalles importantísimos que conviene dejar claros:

1º- Los campos visuales mínimos y máximos que se observan pueden ser distintos en visores que indican tener los mismos aumentos.
Esto ocurre no sólo entre distintas marcas sino también entre distintos modelos de la misma marca. Incluso hay visores que con un mayor poder de ampliación nominal abarcan más campo que otros que teóricamente tiene menos aumentos.
Como por ejemplo, dos visores 1,5-6X pueden ofrecer amplitudes de campo distintas y ocurre que hay visores que tienen 2X de aumento mínimo que ofrecen más campo visual que otros que tienen 1,5X.

Si quieres conocer estos detalles, basta con ir al catálogo de especificaciones técnicas. Las tablas nos indicarán el campo visual en escala de X pies a 100 yardas o de X metros a 100 metros. Por ejemplo, un visor 1,5-6X con un campo visual de 24-6,9 significa que, a 100 metros, el campo que vemos en mínimo aumento mide 24 metros de diámetro. A la misma distancia y en máximo aumento, ese campo mide 6,9 metros.

2º- La cantidad de aumentos que se necesitan dependerá de la habilidad, costumbre y del gusto del tirador. Por ejemplo, si eres diestro de mano y de ojo quizás te sea más cómodo dispara con un visor 2X con amplitud de campo de 15 metros, incluso a animales que estén muy cerca.

Se tiende a elegir visores de batida con enormes campos visuales y la idea no está mal ya que "tirando de zoom" podremos reducir ese campo siempre que nos sea necesario, reservando el mínimo para puestos muy cerrados.
Por otra parte, en determinados usos y paisajes muy cerrados un visor gran angular es una verdadera delicia ya que permite apuntar con los dos ojos abiertos sin tener doble visión y casi sin efecto túnel, lo que hace más sencillo un centrado inmediato a la pieza a muy corta distancia.

En otro tiempo, los visores eran concebidos sólo para cazar a grandes distancias y ha sido recientemente cuando la industria y los cazadores se han dado cuenta de que los visores también se pueden utilizar a distancias cortas y medias para facilitar la toma de puntos sin necesidad de alinear alza, pieza y punto de mira.
Mucha gente prefiere visores a corta distancia ante los holográficos o de pantalla, ya que son más robustos, tienen mayor fiabilidad, mantienen la retícula aunque la batería se agote y visible en las peores condiciones lumínicas, y aparece siempre en el centro de la imagen con independencia del ajuste, etc.

Hay un detalle que conviene señalar, y es que, a distancias moderadas, un gran poder de magnificación puede hacer que valoremos mal un trofeo creyéndolo más grande de lo que es.
Ricardo Medem Sanjuán hablaba en uno de sus libros de un error cometido así sobre una pieza que le pareció "una catedral venatoria" para encontrarse después con un animal de cuerna discreta.

Una gran cantidad de cazadores practican distintas modalidades de caza y desean emplear el mismo visor en todo momento. ¿Hay algún visor que sirva para todo?
Hay unos pocos visores muy caros que si que pueden servir para todo. Como por ejemplo el 1,7-10X42 o el 2-10X50 de una famosa firma austriaca tiene un amplio campo de visión, a pesar de esos dos aumentos mínimos al tiempo disponen de un buen máximo, tienen un excelente luminosidad índice crepuscular y para colmo se pueden elegir en una variedad de retículas iluminadas y sin iluminar en la que seguro que se encuentra una a nuestro gusto y necesidades.
Si no deseamos complicarnos tanto la vida, quizá podamos encontrar un 2-8X con retícula plex que sin ser maravilloso cubrirá bien las expectativas de un uso mixto.

LA RETÍCULA

Mira situada dentro del tubo que se emplea para apuntar.
Dependiendo del visor la retícula puede ser en primer plano y en segundo plano.
En un visor de aumentos variables, la retícula en primer plano está instalada delante del zoom o grupo de lentes móviles que aproximándose o separándose al girar el anillo correspondiente varían la ampliación de la pieza observada. El zoom modifica el tamaño virtual de todo lo que se encuentre por delante de él y en consecuencia, al incrementar la potencia de ampliación, si la retícula se encuentra en primer plano, se amplia también su tamaño.
Esto podría ser útil a la hora de determinados casos, pero no es aconsejable cuando queremos aumentar el tamaño virtual de una pieza situada lejos y mantener invariable el grosor de la retícula para afinar sobre el punto que queremos alcanzar.
Cada vez es menos frecuente encontrar visores con retículas en primer plano, aunque los hay para misiones concretas.
Además, los más sofisticados contienen dos tipos de retículas: en primer y segundo plano.
Las retículas que están situadas en segundo plano no se ven afectadas por el efecto ampliador del zoom y mantendrá su grosor con independencia de la amplitud elegida.

Hay una variedad extensa de retículas. Se pueden encontrar fabricadas a partir de finísimas láminas o hilos metálicos o de otro material sujetos sobre un bastidor y las hay que están grabadas o delineadas sobre una lente o pantalla.
También hay una gran variedad de dibujos, los hay muy diferentes y para muy distintos cometidos, pero los más empleados en la caza son los siguientes:
– "Cross Hair": dos filamentos muy finos en toda su longitud que constituyen una delgadísima cruz.
– "Ballistic Plex" o "BDC": hilos finos que están cruzados en la línea vertical (y a veces en la horizontal) por otros segmentos de hilos finos formando una escala.
– La "Mildot":  hilos más o menos finos que presentan un rosario de puntos en la zona central, que pueden estar tanto en vertical como en horizontal.
– La "Plex" y "Fine Plex": dos filamentos cruzados más o menos gruesos con las secciones más finas en la zona central en que se cruzan.
– La "Nº 4" o "German 4": barras muy gruesas a las 9 a las 3 y a las 6 (según ideograma de una esfera horaria) que se tornan en finos filamentos en su confluencia. Carece de barra a las 12. 
– La "Nº 6": igual que la 4 pero con el poste vertical completo y fino desde el centro hacia arriba.
– La "Dot": un sencillo punto de mayor o menor tamaño en el centro de la imagen. 

Estos son 4 tipos de retículas muy frecuentes.

Las tres primeras retículas se emplean en disparos a larga distancia o de rececho pues permiten afinar sobre una pieza lejana y que se ve pequeña a pesar de haber puesto al máximo los aumentos. Los modelos ballistic y mildot incluso permiten calcular distancias y corregir la caída y desviación de la bala por viento lateral con la escala de líneas o de puntos. La cuarta se suele emplear en un uso mixto y las dos últimas se emplea en disparos a corta distancia en los que se necesita una rápida captación de la pieza y de la retícula. No obstante, la retícula 4. gracias a si fina zona central, puede ser empleada también en rececho.

Habitualmente las retículas están en consonancia con los aumentos de los visores, pues no sería lógico emplear un "dot" grueso en un visor de muchos aumentos que taparía la pieza entera, ni una complicada ballistic plex o una finísima cross hair en visores de pocos aumentos que se emplean en disparos rápidos a piezas en movimiento en los que una retícula sencilla y bien visible es fundamental para tener una buena puntería.

En los casos de visores con punto, la superficie que cubre el punto casi siempre viene especificada en el libro de características técnicas y viene expresada en MOAS.
Lo mismo ocurre en los visores con retícula en cruz, que en no tantos casos de los deseables especifican en el libro de características técnicas las "subtensiones" o medidas de terreno real que abarcan cada fraccion de la retícula.

Estas retículas pueden ser opacas o iluminadas (total o parcialmente), esto último es muy conveniente en condiciones de escasa luz y en zonas donde la maleza hace confusa o poco visible la retícula.
Para disparos en aguardo nocturno la retícula iluminada se convierte también en una buena amiga. Sin embargo, en esta modalidad de caza también es realmente importante que la intensidad de la iluminación de la retícula sea regulable, ya que en un ambiente de gran oscuridad una retícula demasiado brillante o que genera reflejos dentro del visor deslumbraría e impediría ver claramente la pieza.

LA TORRETAS

Mandos giratorias que actúan sobre la retícula orientándola para hacerla coincidir con el punto de impacto.
Hay torretas complicadas con una o varias escalas previstas para variar de forma sencilla e inmediata el ajuste según la distancia de la presa o la bala empleada. En este punto nos podríamos perder en un mar de explicaciones y modelos así que nos vamos a limitar a las sencillas.

Es conveniente que las torretas de regulación no tengan piezas plásticas que acaben desgastándose o produciendo su movimiento involuntario con el consecuente desajuste.

Los visores de origen continental europeo las escalas de las torretas suelen venir expresadas en centímetros/metros, pero en las inglesas, norteamericanas y en muchas procedentes de oriente, vienen en pulgadas/yardas. 
La escala indica la equivalencia en desplazamiento de la retícula a 100 metros o 100 yardas. Es decir, que cada fracción de giro de la torreta, cada click, equivale al desplazamiento del punto de impacto en X centímetros a 100 metros o en X pulgadas a 100 yardas.
Según las escalas empleadas por el fabricante, en las torretas podremos ver inscripciones como estas:
1 click = 1 cm/100 m.
1 click = 1/4"/100 yds. 

Un ejemplo de torreta en pulgadas. A la izquierda esta una torreta táctica y a la derecha una torreta estilo caza destapada.

Un ejemplo de torreta en pulgadas.También se pueden encontrar escalas en MOA, que significa, minute of angle. 
El minuto angular es una división del grado y es suficiente con saber que equivale, en números redondos, a 3 centímetros a 100 metros. Por ejemplo, si cada click de las torretas corrige 1/4 de MOA, el punto de impacto se desplazará 0,75 centímetros a 100 metros.
La inscripción sería: 1 click = 1/4 MOA.

A la hora de ajustar el visor al rifle, gracias a estas escalas, sabemos cuántos clicks debemos girar para aproximar el centro de la retícula al punto de impacto para que el visor y el arma apunten al mismo sitio.

En los buenos visores, es condición que las escalas indiquen correctamente los desplazamientos, ya que hay visores de baja calidad en los que los desplazamientos reales por cada click no se corresponden con lo que indica la escala nominal y dificultan la puesta a tiro.

EL AJUSTE DE PARALAJE

Aún hay una tercera torreta añadida a las de corrección en altura y en deriva, podemos encontrar la torreta que regula la intensidad de iluminación de la retícula o un mando para eliminar el error de paralaje. Este mando afecta sobre una lente interna para enfocar, pero en muchos visores este enfoque se encuentra en forma de anillo en el objetivo.

En la imagen de la izquierda podemos ver un tipo de paralaje en forma de rueda situada en la parte frontal del visor. A la derecha, está el ajuste de paralaje en forma de torreta lateral.

Ahora toca explicar en qué consiste el error de paralaje: es el que se produce cuando, distancia entre objeto apuntado y visor, la imagen se forma en un plano paralelo a la retícula y en casos extremos se ve desenfocada. Si en esta situación movemos el ojo veremos que, sin mover el visor, la retícula varía el lugar al que apunta. Este efecto suele estar emparejado de un oscurecimiento variable en los márgenes del campo visual.

En el visor puede ocurrir que no estemos apuntando al lugar que creemos estar cubriendo con la retícula. Actuando sobre el mando de paralaje la imagen se aproxima hasta la retícula para evitar ese error.

Mayormente, estos correctores se emplean en visores de precisión o de rececho con muchos aumentos donde el error de paralaje puede hacer fallar una pieza.
Lo que ocurre con visores que no tienen ajuste de paralaje, es que vienen ajustados de fábrica en un punto medio dependiendo de sus aumentos. Como por ejemplo los visores 3-9X están libres de paralaje a unos 100 metros. Ese sería el punto de error 0. El error de paralaje aumentará tanto más cuanto más alejada esté la pieza del punto 0, tanto por delante como por detrás.

CUÁNTO DINERO INVERTIR

Conocemos, más o menos y sin tecnicismos, los datos que necesitamos para comprar el visor que se adecua a nuestras necesidades, pero después de lo leído todo indica que las mayores ventajas se encuentran en los visores cuyo precio esta por encima de nuestras posibilidades.
Conforme a esto, se puede decir que el visor es tanto o más importante que el arma y merece la pena esperar y ahorrar, pero por otra parte también hay que decir que no es imprescindible adquirir un visor de primera marca si eso nos desequilibra la economía.
Hay fabricantes que son mejores y otros que son peores, pero por lo general cada uno dispone de líneas de fabricación comunes en las que montan visores de diferentes calidades. Así que lo mejor, es optar por una marca que ofrezca buena relación calidad/precio y una buena garantía. Conviene elegir los visores de gama alta en marcas de precio medio y casi me atrevería a decir que de gama baja de las grandes marcas, si es que estos pueden considerarse gama baja.

Lo más caro suele ser lo mejor, pero hay que tener en cuenta que, como en otros muchos bienes de consumo, los precios de los visores están sometidos a costes que no siempre están relacionados con su calidad; la imagen de marca, el país de procedencia el coste de su mano de obra,
la dotación humana y material de las factorías, la investigación y desarrollo, el diseño exterior y los acabados, la presentación del producto, su publicidad, etc..., incrementan el precio y puede que esto no nos aporte demasiado a la hora de apuntar.