La retícula Mil-Dot fue diseñada por Estados Unidos en la década de los años 70 con el objetivo de ayudar a sus Cuerpos de Marines a calcular las distancias respecto al blanco. A lo largo de la cruz aparecen una serie de puntos, normalmente 4 por cada lado, que están separados por 1 miliradian. Uno de estos miliradian equivale a 3,6 pulgadas a 100 yardas.

Conociendo esto, la retícula Mil-Dot permite usar una fórmula para determinar la distancia a la que se encuentra el blanco, sabiendo el número de puntos que ocupa el objetivo. Sólo hay que dividir la altura del objetivo en yardas multiplicado por 1000, entre el número de puntos que ocupa en la retícula. Y así se obtiene la distancia en yardas a la que halla el objetivo.

El dominio de esta técnica sólo se adquiere con la práctica, por lo que es normal que al tirador le cueste adaptarse a estos cálculos. A pesar de todo, la retícula Mil-Dot es una de las más populares dentro del mercado de visores. En este sentido, no sólo es la retícula estándar para los visores tácticos y visores militares, sino que además, en los últimos años, se ha convertido en una de las más utilizadas por los cazadores que practican la caza a larga distancia (recechos, principalmente), así como por los tiradores deportivos que compiten en pruebas de tiro de alta precisión a larga distancia (F-Class).