La correa portafusil es una pieza muy extendida entre la mayoría de usuarios de armas de fuego. Su principal función es la de facilitar el transporte de nuestro rifle o escopeta. Para poder acoplar una correa portafusil, es necesario primero disponer de la tornillería y piezas necesarias. Por lo general, estas piezas en forma de tornillos y anillas especiales, se colocan en el guardamanos y/o en la culata de nuestra arma larga y facilitan la posterior colocación de la correa deseada. Existen numerosos tipos de correas portafusil, desde las correas tácticas de 1 o 2 puntos de anclaje, hasta los modelos más clásicos de correas de piel y hebillas metálicas.